MARCO ANTECEDENTES
El progreso de la humanidad en
los últimos 200 años de historia, ha provocado una gran explosión demográfica,
como consecuencia de los avances médicos y las mejoras en la calidad de vida.
Esta explosión demográfica tiene como consecuencia directa, la búsqueda de
nuevos sitios de asentamiento, aumento de las áreas de explotación
agropecuaria, nuevas y cada vez más grandes industrias, nuevas vías de
comunicación entre los centros de producción y los grandes asentamientos
humanos, explotaciones minerales para abastecer la mencionada industria,
gigantescas cantidades de residuos sólidos, gaseosos y líquidos.
Esto redunda inevitablemente en un marcado retroceso de la vida salvaje, como
consecuencia de la disminución de los hábitats naturales en beneficio de los
nuevos y cada vez mayores asentamientos humanos, El empleo de áreas naturales
para aumentar las superficies dedicadas a la agricultura y la ganadería, la
tala de los bosques naturales, las cada vez mayores industrias y el
establecimiento de vías de comunicación. Otro factor que es determinante en la
reducción de las poblaciones animales, es el resultado de la caza
indiscriminada, a veces con fines comerciales y otros con fines recreativos y
turísticos. A todo esto, hay que agregar un factor (quizá el más grave) de la
disminución por inutilización de los espacios naturales: la contaminación.
La contaminación es el
resultado de la pésima gestión que los humanos realizan de los residuos, tanto
los derivados de la producción como los provenientes del consumo. La
contaminación de las aguas no solo reduce el hábitat de las especies acuáticas,
sino que destruyen las fuentes de agua dulce, vitales para la supervivencia
tanto de especies animales como de las especies vegetales que son el sustento
de las primeras. La contaminación con residuos sólidos también ocasionan graves
perjuicios a la vida salvaje. Es tema de nuestros días, el calentamiento global
como consecuencia de la contaminación del aire por los residuos gaseosos de las
actividades humanas, tanto corporativas como individuales.
En general, la contaminación
había provocado perjuicios a las especies animales vegetales y animales en
áreas restringidas a la cercanía a los centros de contaminación, pero el
calentamiento global, tiene como particularidad el hecho de afectar al planeta
en su conjunto, aún en el más reservado de los espacios naturales.
Los animales en extinción no están bien determinados ni en
número ni en especie ya que por el ritmo de extinción que tiene el planeta no
se los llega a conocer, ni investigar. La Lista Roja de la UICN (Unión Mundial
para la Naturaleza) incluye 12.259 especies en amenazas de extinción (en las
categorías en Peligro Crítico, en Peligro o Vulnerable).
Este mismo organismo nos informa que cerca de
una cuarta parte de los mamíferos y más de la décima parte de las aves están
amenazadas de extinción. El mismo peligro se cierne sobre 20% de los reptiles,
25% de los anfibios y 34% de los peces (sobre todo de agua dulce).
Uno de los
problemas que a nivel mundial se presentan y que ha sido sujeto de estudios es
que la desaparición del hielo en los polos puede acelerar el calentamiento
global, a la vez que puede cambiar las corrientes oceánicas, con graves
consecuencias para los ecosistemas de todo el planeta, dentro de 10 años podría
ser navegable durante los meses de verano el Paso del Noroeste en el océano
Ártico. Estas son las conclusiones que aporta un estudio realizado por la Universidad de Cambridge
a partir de los datos de la expedición Catlin Arctic Survey.
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